Más de tres mil millones de usuarios de teléfonos inteligentes utilizan más de seis millones de apps para crear y subir 500 horas de vídeo cada minuto.
El periodista Charles Feldman califica este incesante flujo de clics convergente 24/7 como un “tsunami de información”. Yo lo veo como una oportunidad y también lo ve así Sennheiser, que ha desarrollado la gama de micrófonos para móvil mencionados en esta serie de artículos sobre cómo hacer periodismo móvil.
Definición de un formato móvil
En resumidas cuentas, el mojo consiste en utilizar una combinación de habilidades y herramientas de narración digital para capturar y transformar el contenido bruto generado por el usuario (UGC, del inglés User-Generated Content) hasta convertirlo en historias completas generadas por el usuario (UGS, User-Generated Stories). No es lo mismo que las imágenes de la caída al río Hudson de un avión grabadas por un ciudadano testigo accidental que se encontraba en el lugar adecuado en el momento adecuado. ¿Podría decirse que eso es mojo? Y en tal caso, ¿quién es el periodista: el ciudadano testigo accidental que graba y sube la imagen, o la CNN, que utiliza el contenido generado por el ciudadano como material gratuito y lo llama periodismo ciudadano?
Un periodista móvil está formado para grabar UGC con su teléfono inteligente y editar dicho contenido para convertirlo en una historia impactante y transformadora, y si es necesario, publicar la historia ya terminada desde el lugar de los hechos. La definición de mojo incluye a la persona que también utiliza una DSLR (cámara réflex digital), u otro enfoque híbrido, para grabar escenas de deporte o de vida salvaje en las que podría necesitar un teleobjetivo.
Al igual que en la televisión, para ser un profesional, ciudadano o estudiante de mojo hay que saber contar historias y aplicar la combinación adecuada de conocimientos, técnicas y herramientas para armar una historia. Y aunque subir contenido generado por el usuario (UGC) se considera un trabajo de periodismo móvil, la producción de UGS visuales e impactantes, especialmente del mundo marginado, crea una voz local y posiblemente una esfera de contenidos más dinámica y diversa.
Para la práctica del periodismo móvil es fundamental disponer de un conjunto de conocimientos neoperiodísticos que permitan al periodista utilizar las herramientas y la tecnología adecuadas para capturar y mejorar el vídeo y el audio desde diversas perspectivas: el relato de un protagonista, la voz de un periodista, entretejidos en una edición politizada y estructurada. El enfoque holístico del mojo, centrado en el relato, será el que determinará el nivel de tecnología necesario y si un teléfono inteligente es la herramienta adecuada para el trabajo.
Por ejemplo, si recibe el encargo de grabar la fauna salvaje, el periodista móvil podría utilizar una cámara réflex digital con teleobjetivo, o una cámara de vídeo, o un dron para la perspectiva aérea. En cambio, un periodista móvil que trabaje en Siria podría, por motivos de seguridad y culturales, adoptar un enfoque más minimalista y no incluir ni siquiera un micrófono para su teléfono inteligente. Según Mokhtar Alibrahim, un periodista de investigación sirio: “El periodismo móvil es muy importante, sobre todo en zonas en las que la fotografía se considera tabú… Hago muchos reportajes para la BBC (grabando y editando con mi teléfono móvil) y utilizo mi iPhone porque es más pequeño y discreto”.
The Eastern Gateway, un documental de investigación sobre los refugiados sirios producido por el periodista egipcio Ali Sotouhi, es un ejemplo del enfoque híbrido multiherramienta del mojo. Tras asistir a un taller sobre periodismo móvil organizado por ARIJ, Sotouhi decidió grabar casi todas las tomas con su teléfono inteligente, utilizando una cámara réflex digital y secuencias de vídeo de archivo cuando era necesario. Al estar en gran medida vinculado a cada historia y cada lugar específicos, el mojo es un formato ideal para hacer un reportaje de investigación longitudinal.
“Los periodistas en el mundo digital actual no tendrán ninguna ventaja si no saben utilizar el mojo”, afirma Rana Sabbagh, ex directora de Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ). Para Sabbagh, estos periodistas, que suelen ser los primeros en llegar al escenario, son “los testigos de un primer borrador de la historia”. Con sus investigaciones móviles pueden proporcionar “las pruebas prima facie en los tribunales penales internacionales” y aportar un nivel de control editorial fundamental para lograr la transparencia y la responsabilidad necesarias.
El periodismo móvil es como utilizar lo mejor de nuestras habilidades narrativas y combinarlas con herramientas digitales, móviles y otras tecnologías relevantes para crear una ecosfera de noticias y narrativa más flexible. La accesibilidad de la tecnología móvil y un conjunto de conocimientos neoperiodísticos pueden ayudar a crear un nuevo modelo de sala de redacción, local y más relevante, como Lookout, una empresa estadounidense de nueva creación fundada por Ken Doctor. Tal y como explica Ken, “Estamos construyendo una experiencia móvil que abarque la ciudad y que ofrezca noticias de actualidad bien documentadas, junto con colaboraciones de contenido nacional. Nos dirigiremos a nuestra audiencia, allá donde se encuentre, por medio de audio, boletines de noticias y dispositivos móviles. Conectaremos a los periodistas con sus lectores de muy diversas maneras”.
La clave de las nuevas experiencias de ámbito local que puede ofrecer el mojo está en comprender la economía digital, tener la formación adecuada, centrarse en lo local y poder adaptarse si es necesario. El modo en que consumimos las noticias en nuestros teléfonos —en el bucle continuo casa, trabajo, juego, casa— es un elemento central de esta experiencia. Los que trabajamos en los distintos espacios de mojo (ciudadano, profesional o educativo) creemos que lo local desempeñará un papel clave en la nueva ecosfera de las noticias.
Grabamos, editamos, publicamos y leemos nuestras noticias en dispositivos móviles. Diseñar esta nueva ecosfera móvil no consiste en hacer una réplica digital de los periódicos impresos, ni tampoco en correr el riesgo de “tirar el bebé junto con el agua de baño” y no aprovechar la convergencia por rechazar la digitalización. Tenemos que ser receptivos a las posibilidades de la digitalización, lo que incluye las nuevas habilidades y herramientas, así como los nuevos estilos y flujos de trabajo.
Al margen del tipo de periodismo móvil o mojo que se realice, es innegable que las herramientas móviles seguirán desempeñando un papel fundamental en todas las formas de periodismo. Sennheiser y otros fabricantes de hardware también confían en que será así. La lista de equipos, dispositivos móviles, apps, estilos, conocimientos y habilidades que se describen en los próximos artículos ayudarán a los reporteros a hacer periodismo móvil desde casi cualquier lugar del planeta.
Go mojo…